- 13 mayo, 2020
- Posted by: Equipo tatum
- Categoría: Blog
Nos encontramos en un momento de incertidumbre, complejo y ambiguo como el que estamos afrontando con la COVID-19. Los gobiernos, las empresas y las organizaciones están tratando de reaccionar de forma rápida y la mayoría de sus decisiones están impactando directamente en nosotros, en las personas.
Restricciones de desplazamientos, cancelación de viajes, cierres de colegios, de comercios, de centros de ocio, despidos de trabajadores, ERTES, etc… Y todo ello bajo la amenaza de contagiarnos o contagiar a los demás con un virus que en casos extremos puede tener consecuencias nefastas.
¿Cómo reaccionamos las personas ante esta situación? Podríamos decir que la mayoría reaccionamos con preocupación. Pero que son pocas las personas a las que les genera algo más grave como el miedo, ansiedad o depresión.
Cómo se pueden controlar los pensamientos negativos, recurrentes o incontrolables? Hay algunas técnicas como la relajación, escuchar música o la meditación que podemos utilizar pero tenemos que empezar por:
- Seleccionar bien las fuentes de información. Siempre es mejor recurrir a fuentes oficiales que dejarse llevar por mensajes falsos o bulos que leemos en las redes sociales y nos hacen entrar en pánico.
- Limitar la información que recibimos. Uno de los mayores generadores de ansiedad es el exceso de información y a su vez la ansiedad nos provoca una necesidad de buscar más información que nos tranquilice, cuántos nuevos casos hay, a cuantas zonas afecta, qué nuevas medidas se están estudiando, sabemos algo de algún medicamento…
- Planificar bien nuestro nuevo día a día. Es necesario implantar un estilo de vida saludable en nosotros y en nuestra familia, manteniendo unos horarios y ritmos equilibrados.
- Necesitamos ajustar nuestra alimentación al descenso de la actividad y buscar formas de realizar algo de ejercicio en casa para mantener un buen equilibrio emocional.
- Pero sobre todo tener la mente positiva. Ríete, escucha música, juega con tus hijos, realiza videoconferencias o llamadas con tus seres queridos, aprovecha para hablar con tu pareja o hijos, refuerza las emociones agradables, agradece, se empático con los demás..
- No te lo calles. Habla, pide apoyo y ayuda, que no te de vergüenza hablar solo, aprenderás a gestionarte, exteriorizar y racionalizar tus emociones, escucha y no te olvides de decir ”te quiero”.
- Practicar alguna técnica de relajación. No hace falta tener estrés o sentir ansiedad para practicar técnicas de relajación. Pero sí conviene utilizarlas cuando el estrés y la ansiedad son tan altos y mantenidos en el tiempo que impactan en nuestra calidad de vida.
- Trabajar una mentalidad de crecimiento (Growth Mindset).
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(Extracto del curso “Claves para afrontar la ansiedad ante la crisis”. Diseñado por tatum)