La última película de James Bond (el Bond 25, titulado “No Time To Die”) debía estrenarse este 2020, en Abril. La pandemia, y el confinamiento, paró en seco esta previsión (ahora se estima que será en Abril del 2021).

No es lo único que se ha parado a causa de la pandemia … multitud de sectores y actividades han tenido que echar el cierre y/o ralentizar sobremanera su actividad. A mediados de Marzo, sin ir más lejos, la actividad formativa presencial desapareció del mapa… Si recordamos aquellos momentos con un poco de perspectiva la verdad es que fue bastante traumático… una tras otra, en apenas unos pocos días, todas las empresas metieron en el congelador sus programas de formación presencial. Sólo quedaron “algunas pequeñas brasas” de formación on line.

A la pregunta de cuándo se iban a reactivar los programas formativos no había una respuesta clara. La metodología “blended learning”, la combinación de actividad formativa presencial con contenidos on line, estaba herida de muerte … el peso de la parte presencial era muy significativo en la ecuación.

Las primeras actuaciones formativas “de urgencia” fueron on line y, por cierto, sobre contenidos poco habituales hasta ese momento … cómo teletrabajar, cómo gestionar un equipo en remoto, cómo utilizar las herramientas básicas de videoconferencia, cómo gestionar el estrés y la incertidumbre en un entorno VUCA de verdad …

Durante esas primeras semanas este era el panorama … Nosotros, como consultora, armamos “cursos on line” que dieran respuesta a esa situación de “emergencia formativa”. Trascurridos un par de meses nuestra impresión era que recobrar la actividad formativa presencial iba a tardar todavía tiempo y fue cuando estructuramos lo que denominamos el “New Blended Learning”: se trataba de sustituir las “classroom” por las “classzoom”. Teníamos que ser capaces de desarrollar sesiones virtuales de formación que reprodujeran en tiempo real (“sincrónicamente”) nuestra forma de trabajar en el aula. La idea era crear una “tercera vía” entre formación presencial (no disponible) y la formación on line (muy “rígida” sin su hermana presencial).

¿Y qué ha ocurrido desde entonces?

Pues que hemos desarrollado más de cien “talleres virtuales de formación” con buenos resultados (tanto por las percepciones de nuestros clientes como por las propias de los participantes).

Nosotros, como es de suponer, pedimos a los participantes en esas sesiones que valoren lo que les ha aportado el taller correspondiente. Eso lo venimos haciendo desde siempre (aunque no siempre tenemos nuestros propios registros porque el cliente no desea, en ocasiones, duplicar cuestionarios).

Durante el año 2019 tenemos registrado, a través de nuestros cuestionarios, que 2.256 personas fueron formadas por tatum en formato presencial. Estos son los resultados globales de dichas formaciones:

Durante este año 2020, gracias a los nuevos formatos online que hemos creado, hemos formado a más de 10.000 profesionales. De ellos 1.836 personas fueron formadas por tatum mediante sesiones virtuales de formación. Estos son los resultados globales de dichas formaciones:

Como vemos, apenas hay variaciones significativas en las valoraciones entre las muestras presenciales y virtuales.

Luego, en base a estos datos podríamos afirmar que hemos logrado, al menos aparentemente, sustituir “sin brusquedades” un formato por otro (al igual que en otros ámbitos de actividad, lo digital y/o lo híbrido ha venido para quedarse).

Dicho esto, desde que comenzamos a implementar los talleres virtuales de formación en los cuestionarios de evaluación de los mismos hemos incluido un item adicional (mejor dicho, tres): “Para tu formación/desarrollo ¿qué utilidad tienen para tu día a día …?”

  • Las sesiones de formación presencial
  • Las sesiones virtuales de formación
  • Los contenidos on line (cursos, píldoras, …)

Efectivamente lo que buscamos con esta pregunta adicional es corroborar, de manera explícita, qué metodología formativa es más apropiada, y éstos son los resultados:

Efectivamente, los participantes entienden que las sesiones virtuales de formación les aportan más incluso que las sesiones presenciales. Es posible que en su reflexión prime más el hecho de ver los inconvenientes que tendría hoy en día realizar sesiones presenciales (si fueran posibles) al tener que mantener distancia de seguridad, usar mascarillas, no compartir materiales, … También es verdad que suelen verbalizar que los talleres virtuales están más concentrados, que se aprovecha más y mejor el tiempo, que es más cómodo encontrar los huecos pertinentes en el calendario … En resumidas cuentas, que en estos momentos al menos no “añoran” la formación presencial.

En todo caso si parece claro que, a pesar de lo que pudiéramos sentir hace unos meses, este “formato” de formación ha venido para quedarse y que ya nos está dando (buenos) frutos.

Dicho esto, tenemos que ir pensando en implementar lo que nosotros denominamos el New Blended Learning 2.0

[Por cierto, la referencia al Bond 25 viene también de que en principio el británico Daniel Craig definitivamente no va a encarnar más al personaje … y algunos “añoran”, por su estado físico actual, al actor irlandés Pierce Brosnan, su antecesor].



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